Emociones
Las emociones negativas y su expresión (ira, descontrol, agresividad) con frecuencia provocan resultados perjudiciales.
El siguiente cuestionario te permitirá evaluar cuál es tu estilo para manejar situaciones difíciles.
A = Casi Nunca B = A veces C = Casi Siempre
1. Te pones impaciente cuando tienes que esperar en una fila.
2. Trabajas muy duro, juegas muy duro y tratas de ser el mejor en lo que haces.
3. Te enojas fácilmente cuando eres demorado por algún problema en el tráfico.
4. Eres del tipo de personas que piensa “voy y lo consigo”.
5. Golpeas el escritorio y rompes cosas cuando estás enojado.
6. Te irritas cuando las personas no toman su trabajo con seriedad.
7. Te burlas o le hablas agresivamente a extraños cuando te enojas, por ejemplo, mientras manejas, haces compras, o en el trabajo.
8. Te enfureces cuando fallás en cosas que intentas hacer.
9. Cuando estás enojado aumentás tu velocidad y hacés cosas como conducir el auto, comer, y caminar más rápido.
10. No olvidas ni perdonas fácilmente a alguien que te ofendió.
Puntaje: Anota 1 punto para cada respuesta (A); 2 puntos para cada respuesta (B); y 3 puntos para cada (C).
Resultado:
De 0 a 15 puntos: Sos una persona que no se exalta fácilmente y con la que es fácil entenderse.
De 16 a 23 puntos: Estás en la respuesta emocional promedio con relación a los altibajos de la vida.
De 24 a 30: Vivís en una olla a presión casi constante. Es tiempo de calmarse y relajarse para mejorar tu calidad de vida.
Para tener en cuenta (especialmente entre quienes el resultado fue de más de 24 puntos).
Una personalidad saludable responde a la vida con el esfuerzo y la energía apropiados para manejarse con los eventos, ni mucho más, ni mucho menos de lo necesario. Aunque ocasionalmente la mayoría de las personas actúa intensamente, en quienes lo hacen con extrema frecuencia (a diario) experimentan una tensión exagerada que mantiene un alto nivel constante de estrés. Según un trabajo de la Universidad de Harvard, estas personalidades hacen un gran esfuerzo para adquirir dominio sobre sus vidas, son argumentativos, competitivos y sumamente sensibles al desaire de otros.
Para ellos, poner en práctica técnicas de relajación y respiración (como el yoga), hacer actividad física en forma regular y pedir ayuda para aprender a controlar las emociones resultan herramientas fundamentales para encontrar un equilibrio emocional que no perjudique su salud.
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